martes, 30 de agosto de 2011

Asi empezó todo

Al igual que la vez anterior, mi mas profundo agradecimiento por esta colaboración; viene de alguien que por vez primera se atreve a hablar y decir “yo tengo una historia que contar” “yo deseo sanar mis heridas en vez de esconderlas” y hablar de ello es el primer paso.


¿La primer ocasión? Supongo que tenía como 5 años; fue algo que sepulte en mi mente mucho tiempo, que me hizo sentir en su momento una niña mala.

Habíamos ido a visitar a mi abuela, desde entonces era una de mis personas favoritas, ahí podía jugar a gusto todo el tiempo que quería y andar correteando de aquí para allá y ese día no fue diferente, mientras mi mama andaba por la cocina viendo que comeríamos, yo me fui al pórtico entonces lo vi, un hombre de espaldas, estaba inclinado reparando un sillón, me fui entonces la jardín sin hacer mayor caso, pero a mi regreso le pregunte: ¿Va a quedar bien el “sillón de raqueta”? -se llama rattan nena, ven para que veas que bien esta quedando, así que me acerque y me quede sin palabras tenia el pantalón abierto y su miembro fuera, mientras se masturbaba me decía mira tócalo seguro te va a gustar….

Solo atine a meterme corriendo a casa, fui toda asustada a decirle a mi madre:

Es que el señor de afuera no tiene calzones y lo vi, pero yo no quería!! (Fue mi manera de explicarle)

El resultado fue que me carajeo, que nada tenia que hacer jugando cerca de ese tipo y que ya no me saliera. Al señor no le dijeron nada y yo permanecí en casa sin poder salir a jugar. Tuve que correr al baño, ahí me escondí por un rato de todos, tal era la vergüenza y el miedo que sentía, vergüenza porque de algún modo me hicieron sentir que yo tenia la culpa de lo que había pasado y miedo de que mi padre se enterara de “mi travesura” y me fuera mucho peor, ni por un momento paso por mi mente que me fuera a cuidar, eso tenia que hacerlo por mi misma.

La lección ciertamente la aprendí -- Había que pensarlo muy bien antes de abrir la boca, si me llegaban a hacer caso, seria para regañarme.

El miedo, la vergüenza, la culpa y la sensación de ser una mala niña… eso no era importante para la familia, así que quise creer que no era tan malo, que esas cosas pasan y como pasan tan seguido no tenía importancia, era solo una exageración mía y finalmente no me había tocado, solo me había pedido verlo ….

Hoy aprendí que todo esto si tenia un nombre “Abuso sexual infantil” y que solo fue el inicio de lo que después tuve que vivir.

Danny

1 comentario:

  1. Lista interminable de historias que nos muestran esta aberración que estamos viviendo. No hay que callar, seguir gritando y publicando y sobre todo educando y denunciando. Loable tu labor Alba, te admiro!

    ResponderEliminar