lunes, 8 de agosto de 2011

¡Se aguantan!


Roberto y Andrea de 9 años miran a través de la reja como los demás niños de la cuadra juegan futbol, pero saben perfectamente bien que ellos no pueden salir. Mientras no están sus tíos  tienen que cuidar a Fernanda y a Gabriel de 6 y 3 años respectivamente, pero eso no les molesta, estar solos en la casa es un alivio
.
La pesadilla empieza cuando por la tarde llega su tío Raúl a quien le gusta acariciarlos y hacer que se toquen entre ellos. Roberto y Andrea después de mucho aguantar, le dijeron a su tía Carmen que el los tocaba muy muy feo y también a los chiquitos, la respuesta de ella fue. “Se aguantan, aquí las cosas así son, es para que vayan aprendiendo como es la vida”

Roberto y Andrea han sido valientes, han tratado de defender a sus hermanitos aun a costa de golpes y de quedarse sin comer como castigo, pero el siempre gana, el siempre es mas fuerte y al final, a veces unos y a veces otros son llevados a aquel cuarto donde todos saben lo que pasa. 

Carmen les ha dicho muchas veces que cuidado con desobedecer a Tío Raul por que los mata, que ella no tiene necesidad de cuidar escuincles latosos, que den gracias a Dios que tienen techo y un plato de frijoles por su buena voluntad y Roberto y Andrea se sienten aun peor, por que además de sucios, culpables, malos, e insignificantes se sienten malagradecidos. Fernandita no dice nada, nunca dice nada, solo llora por cualquier cosa, cuando estaba su mamá ella jugaba y corria por toda la casa, era como un cascabel, pero ahora ya no sonríe pasa la mayor parte del tiempo viendo por la ventana que da a la calle con la mirada perdida.

El que menos entiende que pasa es Gabriel, pero cuando su tío lo jala para llevarlo al cuarto llora mucho aun desde antes de entrar, sale y le dice a su Tía “me duele” pero ella siempre pone a Andrea a cuidarlo.

Y así, desde que su mamá se fue han pasado 5 meses, ella prometió regresar cuando tuviera un departamento en toda forma, pero en ese tiempo su Tía se los llevo a vivir a otra parte y no saben como es que su mamá los va a encontrar.


2 comentarios:

  1. Leer ésto me da rabia,no puedo entender que éstos monstruos vivan, la indiferencia de autoridades y de la sociedad, ésto no debe ser. ¿Quién hace algo? ¿Quién previene? ¿Dónde está la justicia?

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  2. ¡Cómo me ha recordado a mi propia historia!

    Pero en nuestro caso al agresor jamás lo han detenido, murió en la cama, de viejo, porque en nuestro caso casi nadie hizo nada.

    Gracias por estos escritos, ponerse en el lugar de las víctimas debería ser un ejercicio automático de justicia.

    Un abrazo desde el Averno.

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