martes, 11 de octubre de 2011

Los hombres no lloran.

-¿Cómo lo voy a violar si es hombre? Y es más hombre que tú. Ya lo he enseñado a ser macho, a complacer a una mujer. Tú tienes la culpa de que esto sea así, siempre estás trabajando y cuando no te vas con los amigotes, sales con los niños a andar en bicicleta. Yo soy mujer, tengo necesidades…
David tiene miedo. En su cabecita, él provoca el problema entre sus padres, al contarle a su papá lo que sucede con mamá cuando él se va a trabajar.
Ya no quiere que su mamá lo acaricie, que lo toque, que lo obligue a hacer tantas cosas tan asquerosas. Pero él es chiquito y su mamá le pega con un machete si no obedece.
David tiene vergüenza, culpa, rabia y miedo… Él piensa: si eso hace mi mamá que debe cuidarme y protegerme, qué me va a pasar si ella se va a la cárcel. Ya no voy a confiar en nadie, nadie se me va a acercar nunca. Yo tengo que cuidarme solito, al fin dice mi mamá que ya soy un hombre.

Pero bueno, piensa David, ya no importa, ya soy grande y me puedo defender, puedo pelear y si no salgo de la casa nada malo me puede pasar, además no debo llorar, yo soy hombre y los hombres no lloramos.
Todas estas cosas y muchas más pasan por la cabecita de David mientras se llevan a su mamá al reclusorio.
 

1 comentario:

  1. Solo el hombre es capaz de cometer las atrocidades que comete.

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